jueves, 3 de enero de 2008

Steinbeck al rescate

Sin dudas que encarar una novela es complejo. Un pestañeo y estamos a los pies del Himalaya, mirando hacia arriba, hacia esas cumbres sepultadas por nubarrones negros, y realmente nos sentimos insignificantes ante tamaño desafío. Y también paralizados.
Nos ha pasado y nos pasa a todos, como bien refleja el amigo Jugus (en el comentario del posteo anterior).

Por suerte, siempre hay alguien que sabe para oficiarnos de guía en la escalada. En este caso, nada menos que John Steinbeck, Premio Nobel de Literatura 1962. Van acá sus palabras, grampones para esa ladera de hielo que nos quiere detener:


1) Abandona la idea de que terminarás algún día. Pierde la cuenta de las 400 páginas y escribe una página diaria, eso ayuda. Después, cuando hayas terminado, siempre te sorprenderás.

2) Escribe libremente y tan rápido como sea posible, echando todo el papel. No corrijas o reescribas hasta que hayas escrito todo el libro. Las correcciones hechas durante el principio de la creación son, por lo general, excusas para no seguir adelante. Además, influyen en el flujo y el ritmo, que solo pueden ser fruto de una especie de asociación inconsciente con el tema.

3) Olvida a tu auditorio general. Primero, ese auditorio anónimo y sin rostro te atemorizará terriblemente y, segundo, a diferencia del teatro, ese auditorio no existe. Al escribir, tu auditorio es un lector único; he descubierto que a veces resulta útil escoger a una persona: una persona real a la que conoces o una persona imaginaria y escribir dirigiéndose a ella.

4) Si una escena o parte te parece difícil y aun así piensas que la quieres incluir, déjala y continúa. Cuando termines de escribir la totalidad podrás regresar y quizá encuentres que había presentado tantas dificultades porque no se encontraba en su lugar.

5) Desconfía de una escena que te guste demasiado, más que las otras. Por lo general resulta ser una imposición.

6) Si escribes diálogos, repítelos en voz alta a medida que los vayas escribiendo. Sólo entonces obtendrás el sonido del diálogo.

2 comentarios:

Jugus dijo...

Todo lo que yo no hacía jajajaj!
Lo de ir corrigiendo descubrí que no sirve, es tal cual como dice el amigo, hay que seguir adelante, despues se ajustan tuercas.
En mi blog escribí hace unos meses un comentario sobre Las Uvas de la Ira, novela altísimamente recomendable.
Me encantó esto, gracias!

Matías dijo...

jejejej somos 2 jeje
Bueno, lo de reprimir la correccion en el durante..Lo intento, pero a veces veo de pasada algun horror y...
jajaja
No lei Las Uvas, aunque la tengo ahi en la biblioteca, cuando termine el libro con el q estoy ahora por ahi la ataque.
Y para finalizar, un dicho de un amigo: "gracias hacen los monos" ;)