jueves, 23 de diciembre de 2010

También ese día


Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
-esta muerte que nos acompaña
de la mañana a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un vicio absurdo-. Tus ojos
serán una vana palabra,
un grito acallado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola sobre ti misma te inclinas
en el espejo. Oh querida esperanza,
también ese día sabremos nosotros
que eres la vida y eres la nada.
Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como abandonar un vicio,
como contemplar en el espejo
el resurgir de un rostro muerto,
como escuchar unos labios cerrados.
Mudos, descenderemos en el remolino.


(Cesar Pavese)

4 comentarios:

E * dijo...

Gracias Matías por compartirlo !
La muerte es alguien muy justa: no discrimina a nadie...

Un beso o 2 !

Matías dijo...

un gran poema de un gran poeta. Paradójico, considerando el punto final que le impuso a su propia vida.

gracias por comentar!

besos!

SoNy dijo...

UFF UFF Y RECONTRA UFF ME ENCANTO TENGO LA PIEL DE GALLINA GRACIAS POR SEGUIR Y POR ENCAMINARME A TU SITIO UN ABARAZO

Matías dijo...

de nada! :)


un abrazo