martes, 6 de octubre de 2009

Un mundo feliz


El fin de semana miré dos o tres partidos. El fútbol es el opio de los pueblos, dijo alguien reconvirtiendo aquella frase de Marx. Ciertamente, lo visto parece darle la razón a este sujeto cuyo nombre ahora no recuerdo. Más que "un mundo feliz", bordeamos "las puertas de la percepción".

Las altas esferas. Insaciables, altivas, inaccesibles, voraces, depredadoras. Imperiales. Se mueven tras bambalinas, pero sus contornos son nítidos a contraluz. En este nuevo capítulo, derraman sin pausa ni disimulo gotitas de un jarabe pernicioso. Pica la pelotita y va una dosis. Corner, y otra. Tiro libre, en la medialuna del área o en tres cuartos, y marcha otra más. Así durante una hora y media, una tras otra, incansable y abnegado el gotero oficial. Para mechar, porque el gusto está en la variedad, se cuelan otras perlitas improbables que nos ayudan a pintar los contornos de ese "mundo feliz".

Es indiscutible que esa ley, la tan mentada por estos días, tiene que ser modificada. De treinta años a ahora han cambiado muchas cosas. Tal vez demasiadas. Al mismo tiempo es consabido que el acaparamiento forma parte de la naturaleza empresaria más primal, y por ende a los conglomerados hay que regularlos. Empero, la unanimidad se deshace en los métodos, las formas. En los otros objetivos, los inconfesables, que burbujean en el trasfondo.

Por aplicación repetida de su proverbial puño de hierro, es bastante probable que las altas esferas logren imponerse de nuevo. Después... Bueno, no sé por qué pero se me viene el recuerdo de 1982. Todas las voces, adictas por vocación o debilidad, dirán "vamos ganando". Otras pocas, aunque empujadas a los bordes, reflejarán otra cara más cruda, más amarga. Dolorosa, y por eso auténtica, porque pocas cosas son más reales que el dolor. Y al final, invariablemente, todo termina cayendo por su propio peso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mezclas a a. huxley con jim morrison con la ley de medios, capitalismo y politica legislativa..malvinas y futbol...
es verdad que esa ley es buena pero por las razones equivocadas, puro azar, quizas. yo me siento una nuez entre dos martillos.
todo es tan raro..en lefondo esa semanas sin futbol fueron de mucha tension..me voy a dormir..
las corporaciones no son malas, la gente que la integran o son..

Matías dijo...

jeje una linda mezcolanza.
Pero la "mezcla" está muy relacionada con nosotros. ¿Acaso no vivimos sumergidos en una mezcla espesa, fusión de tantos líquidos, algunos relativamente puros y otros efluentes cloacales? Es más: nuestra idiosincracia, nuestra sangre: mezcla de banderas y naciones.
Lo de Malvinas y fútbol superpuestos no es la primera vez que pasa. Esto sería una remake diluida y acotada de 1982. Política legislativa y fútbol hacen un eclipse que gobiernos y legisladores suelen aprovechar para sacar paladas de leyes dudosas.
Y lo del futbol como cable a tierra social es un fenómeno que se retroalimenta con aquella "mezcla" cuyo fondo nos conoce. Tantos tironeos, tantas patadas, tantas caídas, tantos atropellos que sufrimos como pueblo: todo esto exige algo que desconecte, que catalice tanta pálida. Y la intensidad propia del futbol lo hace un excelente candidato.

En cuanto a la ley: sólo comparto la necesidad de reformarla, adecuándola al ahora. Idealmente, la legislación tiene que estar apenas un paso atrás de la realidad (a la par es imposible por la lógica diferencia de velocidad con que se generan ambas). Dos pasos ya no es tan deseable, y más son multitud, porque la utilidad práctica decrece proporcionalmente.

Respecto a las corporaciones... Bueno, para llegar a la cima, generalmente termina siendo necesario pisotear cabezas. Al final, gerentes y directores terminan siendo víctimas y victimarios, al mismo tiempo y por partes iguales.