jueves, 14 de julio de 2011

Última voluntad



Sobre la sábana, el intersticio polar sólo empezará a morir con las yemas sedientas, inminentes una vez que aleteen, ciegas, puro instinto contra el velador apagado.
Vacilación: ausencias y olvidos y desprecios desempolvan las oxidadas trampas de ayer; disimulan goteros envenados en la sombra larga de ambas copas; insertan lentas agujas en nuestros cuerpos de trapo; pantomimas incluso en la mutua, impávida contemplación desde sendos bordes de la fractura, los malabarismos malolientes a desplome, la contrariada y alegre y sorda necesidad de saltar:


Las flores cuyos nombres olvidamos,
esta conversación que mantenemos
y el silencio por el que discurrimos
son la ilusión del tiempo que sumamos,
la anamnesia de a qué pertenecemos
y el ser que, si presente, inadvertimos.
Somos el eco en curso hacia la ausencia
de imágenes con alma, la conciencia
de una vida que apenas intuimos.


(Codicilo para un duelo, de Luis Izquierdo)




 

6 comentarios:

Luna dijo...

Las primeras líneas, como entrar y salir de a gotas...

Y los versos de Izquierdo, imagino el eco de un silencio.

Saludos muchos, Matías.

Matías dijo...

Gracias por tu presencia y tus palabras, Luna.

besos!!!

Anónimo dijo...

Moviizador. Gracias por compartirlo.

Saludos

Andri Alba dijo...

Bellos versos nos compartes.

Un abrazo Matías.

La música de fondo me gusta.

Matías dijo...

Horacio: Gracias chamigo. Siempre presente. Un abrazo


Andri: Otro abrazo para vos. Gracias por pasar! Y también por la música, primero subí una mezcolanza y finalmente la he ido depurando con cuidado hasta llegar a esta composición actual. Que también irá cambiando, espero que para mejor!

Carla dijo...

Tus versos están llenos de emociones, de ternura, de ausencias, pero sobre todo, de belleza, un placer leerte.

Besos.