martes, 7 de junio de 2011

Blanco nocturno



Llueve. Sin tristeza de cristales mojados, sin sollozos en el techo. Sólo un vómito hecho de furia y desierto; sólo harapos de una luna famélica posándose, con robadas sutilezas de rocío, en este silencio sucio y sin bordes.

Blancuzca la noche, su quietud enferma, sus ardores de azufre. Aun así impotente, también, para borrar las titilaciones del recuerdo luminoso, las migraciones, la espera incluso desencantada, la vuelta de todo, las lanzas rotas del amor, los jardines feroces, los regresos, las pérdidas, la melodía:


Recuerdo el frío del amanecer, los círculos de los insectos sobre las 
tazas inmóviles, la posibilidad de un abismo lleno de luz bajo las 
ventanas abiertas para la ventilación de la enfermedad, el olor triste 
de la sosa cáustica. 

Pájaros. Atraviesan lluvias y países en el error de los imanes y los 
vientos, pájaros que volaban entre la ira y la luz. 
Vuelven incomprensibles bajo leyes de vértigo y olvido. 

No tengo miedo ni esperanza. Desde un hotel exterior al destino, veo 
una playa negra y, lejanos, los grandes párpados de una ciudad cuyo 
dolor no me concierne. 

Vengo del metileno y el amor; tuve frío bajo los tubos de la muerte. 
Ahora contemplo el mar. No tengo miedo ni esperanza. 

Eres sabio y cobarde, estás herido en las mujeres húmedas, tu 
pensamiento es sólo recuerdo de la ira. 

Ves la rosas temibles. 
Ah caminante, ah confusión de párpados. 
Hay una hierba cuyo nombre no se sabe; así ha sido mi vida. 

Vuelvo a casa atravesando el invierno: olvido y luz sobre las ropas 
húmedas. Los espejos están vacíos y en los platos ciega la soledad. 
Ah la pureza de los cuchillos abandonados. 

Amé todas las pérdidas. 

Aún retumba el ruiseñor en el jardín invisible.
 


(Antonio Gamoneda)

9 comentarios:

Patricia dijo...

Muy muy bueno!!!! me llego al alma.


“No tengo miedo ni esperanzas. Desde un hotel exterior al destino, veo una playa negra y, lejanos, los grandes parpados de una ciudad cuyo dolor no me concierne.”
Que bellísimamente dolorosa esa imagen…

Gracias por compartirlo.
un beso....

Noelia Palma dijo...

me gustó tanto que me dieron ganas de leer algo tuyo...
no sé, como una percepción de lo que publicaste
y además sé que sos muy bueno escribiendo!
Mati, mil besos para vos!

MUCHITA dijo...

¡Muy lindo!
Besos mil.

Crista de Arco dijo...

Magnifico y la fotografía transmite muy bien con la imagen las palabras!

Un beso o 2 #

Guillermo Silva dijo...

Hola Matías, te felicito! escribís realmente bien.
Un abrazo.

Luna dijo...

De fondo "Corazón delator", y llueve una noche blanca en el jardín, se pierde como la melodía...

Saludos muchos, Matías.

BEATRIZ dijo...

De fuerza contundente!!
es mi primera visita y me voy empapada de ese jardin de bolsillo que es más grande que mi héctarea entera.

Saludos Matías, un placer.

La Novia dijo...

Maravilloso, siempre me encanta como escribis!!!!!!

Besos

Matías dijo...

Oriana: ciertamente. Gamoneda es todo un orfebre. Gracias a vos por pasar y comentar! besos

Noe: Gracias! Estoy considerando subir algún fragmento de la novela (cuentos ya no escribo más, jeje). Pronto habrán novedades! Besotes!!!

Muchita: Cierto que sí! gracias por pasar. Besote!

Eleanor: Sí, es algo de lo que estamos viviendo, un tanto atenuado por acá pero sí que es tremendo más al sur. Gracias por estar. Beso!

Guille: Gracias mil! un abrazo grande.

Luna: qué buena conjunción. Casi, casi, un eclipse. Gracias por pasar. Beso!

Beatriz: Gracias y bienvenida siempre! Un beso.

La Novia: Gracias totales!!! Besos