miércoles, 13 de abril de 2011

Acto



Borroneando espirales, sangrando desgano, marchita se arrodilla la primavera en las veredas. Mientras, persiste el asedio, su opresión de cerrojos. Pero siempre habrá un resquicio de alivio:



Monstruo de oro, trazo oscuro
sobre laca de luz nocturna:
dragón de azufre que embadurna
sábanas blancas en puro
fulgor secreto de bengalas.
Ahora, violentamente, el grito
de dos cuerpos en cruz: el rito
del goce quemará las salas
del sentido. Torpor de brillos:
la piel -hangares encendidos-,
por la delicia devastada.
Fuego en los campos amarillos:
en cuerpos mucho tiempo unidos
la claridad grabó una espada.




(Pere Gimferrer)

6 comentarios:

Patricia dijo...

Precioso!!! No hace mucho lo descubrí.
Me encanto volver a leerlo.
Gracias por compartirlo.
Un beso…..

Noelia Palma dijo...

sin dudas, es belleza que se me pega a la espalda...

abrazos!

Todo pasa por una razon dijo...

Muy hermosas palabras, un hermosa narración..

Saludos,

Postes de madera

Matías dijo...

Oriana: de nada. Un poeta tremendo. Gracias por comentar! besos

Noe: y por la espalda va trepando hacia los ojos, la boca, y de ahí a las visceras, la humedad, nuestro ser entero. Gracias por comentar!

Todo pasa...: gracias! abrazo!

Nada te Turbe dijo...

La imagen apropiada para el poema adecuado, excelente poema, toco mi sensibilidad.

Saludos,

Soldadora tauro

Anónimo dijo...

En nuestro blog hay ya un comentario crítico de poemas de Gimferrer y pronto habrá más: http://escribeytacha.wordpress.com/2011/10/22/cunnus/