domingo, 20 de febrero de 2011
La ceremonia
Te desnudé entre llantos y temblores
sobre una cama abierta a lo infinito,
y si no tuve lástima del grito
ni de las súplicas o los rubores,
fui en cambio el alfarero en los albores,
el fuego y el azar del lento rito,
sentí nacer bajo la arcilla el mito
del retorno a la fuente y a las flores.
En mis brazos tejiste la madeja
rumorosa del tiempo encadenado,
su eternidad de fuego recurrente;
no sé qué viste tú desde tu queja,
yo vi águilas y musgos, fui ese lado
del espejo en que canta la serpiente.
(Julio Cortázar)
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8 comentarios:
gracias por Julio.
besos*
De nada!
Es justicia plena rescatar los versos de Cortázar. Aun a la sombra de sus cuentos monumentales, vibran y emanan su propia luz.
besos
Buen rescate de sus versos. Este poema que traes hoy es maravilloso. Me habla de un amor en dolores compartido, un amor no fácil, intenso y dramático al mismo tiempo.
Excelente.
Gracias por el aporte, Matías.
Abrazos.
Gracias Maritza.
Últimamente me veo obligado a practicar estos rescates como forma de subsistencia. Los bemoles de ser, todavía, un estudiante.
Es una linda visión la tuya.
También, es curioso cuán diferente puede ser el efecto de un poema en cada uno. A mí, estos versos me hablan de camas revueltas, de salvaje revoltijo de cuerpos en trance de pasión.
gracias por comentar.
besos!
Sublime el gran Julio, un justiciero tú Matías por traerlos aquí a tu jardín *
Un beso o 2 !
gracias Eleanor!
besos!
ay dios! la foto!! es terrible! me produce sensaciones que no sabía que tenía, y el texto bueno, es Julio!
gracias niño por esto! alucino...
Combinan bien la imagen y el texto, ¿no te parece?
Gracias a vos, niña!
besos!
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