viernes, 7 de enero de 2011

El puño y la letra


Pensaba comentar un libro, por fin, pero hoy estas aguas revientan de témpanos. La trama no amanece, el tono se escapa como un conejo, y un imposible potaje de bruja infecta la caja de letras. Se impone un salvoconducto; será Onetti, sublimes su puño y su letra, quien lo otorgue (confieso que era una obra suya la que pensaba abordar). Reza el papel:

I.
No busquen ser originales. El ser distinto es inevitable cuando uno no se preocupa de serlo.

II.
No intenten deslumbrar al burgués. Ya no resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo.

III.
No traten de complicar al lector, ni buscar ni reclamar su ayuda.

IV.
No escriban jamás pensando en la crítica, en los amigos o parientes, en la dulce novia o esposa. Ni siquiera en el lector hipotético.

V.
No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y no es posible engañar.

VI.
No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo.

VII.
No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciados cuando asomaron la nariz, hoy son genios.

VIII.
No olviden la frase, justamente famosa: 2 más dos son cuatro; pero ¿y si fueran 5?

IX.
No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario.

X.
Mientan siempre.

XI.
No olviden que Hemingway escribió: "Incluso di lecturas de los trozos ya listos de mi novela, que viene a ser lo más bajo en que un escritor puede caer."

Apostilla uno: Para la próxima, el comentario del libro.
Apostilla dos: Ya está en proceso la liquidación de la deuda mentada más abajo.

6 comentarios:

E * dijo...

Se parece a las hojas de mi cuaderno azul: lleno de tachaduras y agregados de última hora!

Un beso o 2 !

Matías dijo...

ah, la inevitable compulsión a los tachones!
si sabré de eso, jeje


besos

silvia zappia dijo...

"mientan siempre"...

besos*

Matías dijo...

"mentir bien la verdad", contestó el mismo Onetti cuando le preguntaron qué es la literatura.

besos

Anónimo dijo...

Concuerdo. Por eso escribimos ficciones. Para mentir, aunque a veces la realidad se empeñe en parecerse demasiado a la ficción.

Abrazo

Matías dijo...

Esta realidad nuestra es demasiado empeñosa, realmente.

Abrazo