miércoles, 29 de julio de 2009

"General Invierno"


Así llamaron al vencedor de Napoleón en tierra rusa; también al que arrasó las filas de la Wehrmacht nazi durante la demencial persecución de aquel espejismo llamado Moscú.

Por estos lados no causará derrotas pero sí una pequeña modificación en el diseño: colores e imagen, apenas eso. Debo confesar que tal vez haya arreglos en el corto plazo... o tal vez no.

Seguramente habrás notado que los cambios visuales vienen obedeciendo a un criterio climático. La idea es evolucionar hacia algo más consistente. Metáforas, por ejemplo. Veremos cuando y qué resulta.


lunes, 27 de julio de 2009

Réquiem para un sueño


El otro día, merced a una de esas casualidades providenciales, descubrí un cuento de un tal Dino Buzzati, nombre y apellido absolutamente nuevos para mí. Diez minutos después ya le había rendido mis reverencias y al mismo tiempo decidido que, cuando volviera por estos rincones, traería algo de él.

Hoy, en un resquicio de esta actualidad saturada y estrecha, aprovecho y cumplo el designio que me impuse. Después de todo, era mucho más célebre de lo que mi ignorancia me hacía suponer. Italiano como podremos imaginar, despertó a tiempo de la influencia familiar que lo había impulsado a estudiar Derecho para, antes de obtener el título, volcarse al periodismo. Como un correlato europeo de Faulkner, Buzzati decía de sí mismo que era apenas un periodista que a veces escribía ficciones. Vaya si estaba errado: el mismo Borges lo señaló como uno de los pocos escritores de su generación a ser recordados. Para leer el cuento, pulsá acá.

Aprovecho para anticipar una novedad en cuanto al diseño, a sucederse muy pronto.


domingo, 19 de julio de 2009

Más novedades del frente


Como es habitual, y a falta de un sitio específico, recurro a este espacio mío para promocionar las actividades del Círculo de Escritores del Comahue. Dada la gran cantidad de proyectos que nos espera en el corto plazo, aprovecho y te cuento un poco de qué se trata:

En primera instancia, retomaremos las asistencias al programa radial de Daniel Pizarro, en Radio Galas de Cipolletti. La mecánica de las visitas, posible gracias a la gentileza de Daniel, contempla un escritor invitado por semana. A partir de mañana ya hay un colega presentándose en el programa; en cuanto a mí, me toca la comprendida entre el lunes 17 y el viernes 21 de agosto.

Por el lado de los eventos, tenemos pautados: en la Legislatura de Neuquén, junto a los escritores de Plottier; una probable asistencia a un encuentro de escritores en Luis Beltrán; también, una noche de poemas y músicos invitados que estamos organizando para fines de agosto, aquí en Cipolletti. Insoslayable, claro, es la Feria del Libro de Cipolletti, que este año tendrá lugar entre el 15 y el 27 de septiembre. En cuanto a ella, ya tenemos stand confirmado y estamos diagramando presentaciones de libros, además de un ciclo de poesía erótica (a tono con el eje temático elegido por la Dirección de Cultura para esta edición: la sexualidad).

Ayer contamos con un nuevo integrante: el Dr. Augusto Ciruzzi, médico traumatólogo y autor de libros sobre la historia de nuestra ciudad, cuentos y poemas.

Tal vez me esté olvidando de algo, apuesto a que sí...Pero como el olvido está imposible de terco, me parece que me iré con la intriga a cuestas...No, ya está,me acordé. ¡La antología del C.E.C.! Marcha a ritmo sostenido, con viento a favor y todas las velas desplegadas. Estimamos que en los próximos meses, Dios mediante, estará publicada.

Ahora sí. Nos vemos pronto.

martes, 14 de julio de 2009

"Vendrá la muerte...


...y tendrá tus ojos", rezaba aquel increíble poema de Pavese.

El otro día ojeaba una página cuando vi, en un costado, la noticia destacada: "Murió el escritor platense Gustavo Bañez". La curiosidad, y para que negar un poquito de morbo, me llevó a ahondar y conocer, a leer y entristecer. El hombre, multipremiado, reconocido en su ciudad y seguramente más allá también, resultó para mi sorpresa el último eslabón del largo, larguísimo rosario de escritores suicidas.

A estas alturas, el lazo negro que vincula a quienes hacen de la escritura su aire con la autoaniquilación es casi un lugar común. Es que son demasiados. Tantas, también, son las causas que se han esgrimido para explicar el fenómeno. La propia naturaleza del oficio, que implica enfrentar nuestros peores demonios y servirse peligrosamente de ellos, escarbar en los fondos más recónditos y putrefactos de nuestro ser; quizás la toma de conciencia, súbita y brutal, sobre aquella tendencia que señalaba Roncagliolo, quien emparentaba a escritores con vampiros y los acusaba de "tener la necesidad de destruir lo que aman y amar lo que destruyen"; tal vez un pretendido escape de un mundo en el que muchos de esta especie nunca consiguen encajar. Hay más, claro.

Los peligros de escribir son sutiles. Sentados en una silla, a lo mejor parados a la usanza Hemingway, cautivados por una hoja o una pantalla blanca, así de inmóvil es el malabarismo sobre algunos abismos indecibles. Mas de uno, merced a las profundidades a las que accede su arte y también, de seguro, a ciertas condiciones personales, al escribir coquetea con la muerte. No cara a cara, mesa y café de por medio, como lo hace un bombero, un paracaidista, o los toreros según el imaginario del español medio. Más bien lo imagino como una relación a distancia, epistolar, y esos poemas serán al mismo tiempo un mensaje cifrado para la que espera, abstracta, venenosa, desmesurada. Decía abstracta y pensaba en la fragilidad de ese atributo: basta esa decisión breve, propia de la hora más solitaria de todas, para que la muerte deje de ser una idea y se convierta de golpe en un objeto concreto, un cable, un envase de pastillas abierto, un deformado pedacito de plomo.

Retomando lo de aquella noticia, se incluía la dirección de su página. Leí un par de entradas y puedo asegurar que la escritura de este hombre valía la pena. Mejor dicho, vale la pena. Absolutamente. Cada palabra resulta tersa, justa, rabiosa.

Como tantos otros exponentes de esta raza maldita y mágica, seguirá vivo a través de sus escritos y éstos, a su vez, encontrarán puertas que sólo la desaparición física de su autor suele ser capaz de abrir. Serán los pies que tendrá el alma del escritor, impresa por un lado e inalcanzable por el otro, para burlar al tiempo y las leyes naturales.

jueves, 9 de julio de 2009

Ocho


Qué dicha no ser Basho, en cuya voz
florecían tan leves los ciruelos,
ni ser Beethoven con su borrasca en la frente
ni Tomás Moro en el taller de Holbein.
Qué dicha no tener
un bungalow en Denver (Colorado)
ni estar mirando desde el Fitz Roy el silencio
mineral de la tarde patagónica
ni oler la bajamar de Saint-Malo

y estar aquí contigo, respirándote, viendo
la lámpara del techo reflejada en tus ojos.


(Otro poema de amor, de Miguel D´Ors)

lunes, 6 de julio de 2009

Un día como hoy



El lunes es el nombre de la lluvia
cuando la vida viene tan malintencionada
que parece la vida.

El martes es que lejos pasan trenes
en los que nunca vamos.

El miércoles es jueves, viernes, nada.

El sábado promete, el domingo no cumple
y aquí llega otra vez -o ni siquiera otra:
la misma vez- la lluvia de los lunes.


(Miguel D´Ors)