miércoles, 24 de diciembre de 2008

Natividad


Es en los prolegómenos de la Navidad cuando se cumplen las promesas. Al menos éstas, también neonatas, nacidas hace pocos días.

Aun para los no creyentes, estamos en tiempo de esperanza, de expectativa arrobadora ante un capullito que dulcemente se va abriendo. Cantarines campean los buenos deseos, los augurios brillantes. ¿Qué más decir? Si el significado del día inminente es una vela de llama inconmovible, como espíritu, que nos entibia el pecho. Hay veces que las palabras sobran, y ahora siento que transitamos una de ellas.

Hoy te traje lo prometido. Es de Mujica Láinez y habla de los Reyes Magos, sí, pero también del Nacimiento, de la luz, del milagro. Pensaba reponer aquel de Wilde, pero encontré éste y me hechizó su poesía, el aroma que emanan las palabras al acariciarse unas a otras, como bordando pétalos con la punta de los dedos. Pero el otro también es precioso, por lo cual hoy no tenemos uno sino ¡dos! cuentos. Pulsando sobre los apellidos de los autores accedés a sus relatos.
Dicho todo esto, sólo me queda desearte un momento feliz, lleno de paz, en compañía de tus seres queridos.


Antes de fin de año volvemos a encontrarnos. ¡Felicidades!

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