sábado, 20 de diciembre de 2008

Aurora


Los pasos anteriores. Las reuniones, los proyectos, la participación en la Feria de Plottier. Sí, aurora: profecía del amanecer, capullo rosado y bautismal, primera grieta blanca en la oscuridad.

Anoche nació, finalmente, furioso de luz. Como te había anticipado, tuvo lugar la presentación formal del Círculo de Escritores del Comahue. Ante una sala llena, que siguió atenta el desarrollo, leímos y recitamos extractos de nuestra obra: cuentos, poemas, representaciones. Creo (y lo digo con la mayor objetividad posible) que salió bastante bien; que resultó agil, cálido, hasta emocionante por momentos. Siento que es un buen augurio, un inicio promisorio para nuestro anhelo de efectuar presentaciones como ésta cada tanto, tres o cuatro meses. Pero ya estamos entrando en el mañana.

Aquí y ahora, es tiempo de agradecer. A quienes pusieron el hombro y el corazón: Jorge Larrigaudiere y su fantástica Orquesta Juvenil de Cámara, por el compromiso y la pasión con la música, brillantes en el acompañamiento; a Marcia, Cecilia, Matilde y Leticia, por compartir la magia de sus pinceles; al señor presidente del Concejo Deliberante de Cipolletti, Abel Baratti, por sus palabras elogiosas. Y GRACIAS, así en mayúsculas, a cada uno de los tantísimos asistentes, por su atención, su silencio respetuoso, su aplauso, su compañía. Es el lector a quien se le consagra esa ofrenda de alma, sueño y sangre que resulta la literatura.

Parafraseando aquel villancico de cancha que rezaba "ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad" (es una parte, sabrás que la continuación no suele ser muy decorosa), bordeamos el final de este año, y el Círculo de Escritores del Comahue también se pliega al descanso festivo propio de la época. Por eso este evento, que fue el primero de su historia, es también su última actividad del 2008. Queda algún encuentro, interno y social, que aquí no merecerá más que esta mención. Dudo que te interese el recuento de panes dulces ingeridos y las botellas de sidra (o demás combustibles) que serán pasadas por las armas, por lo que volverás a tener novedades del CEC recién el año próximo.

En cuanto a mí... Ahora transcurren los rounds finales del combate con el embrión de mi postergado segundo libro. Estimo que con dos o tres cuentos más tendría los andamios listos; después, sí, la corrección: esa cirugía sangrienta, demasiado cuchillo y tan poca anestesia... pero otra vez estamos pispeando el futuro, inestable y caprichoso como él solo. Un detalle: creo que ya tengo el título para imponerle.
El plan para la venidera decena de días subsiguiente, en cuanto a esta página, contempla un par de actualizaciones más, relajadas y displicentes ellas. En la previa de la Navidad espero colgar algún cuento.
¡Hasta entonces!

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