Es en este día tan especial que nos reencontramos.
Quisiera no extenderme demasiado. Para empezar, es un lindo momento para agradecerte tu compañía, sea esta tu primera visita o si ya abrazaste flores de este jardín junto a tu pecho. Porque si riego y acicalo este jardín es para vos, estimado visitante o querida invitada, que con tu presencia le das sentido a todo esto.
Por otra parte, en estos días recordé unas palabras de Rabindranath Tagore: "Cada niño que viene al mundo nos dice: "Dios aún espera del hombre" . Sin pretender abordar las connotaciones religiosas de la fecha, quizás también sea una buena instancia para pensar que nunca es tarde para empezar o para cambiar, para torcer, para mejorar. En el umbral de un nuevo año, deseo de corazón que su curso nos encuentre cada día viviendo más y existiendo menos; cada día soñando más, porque de esa manera dejamos un camino de miguitas para los milagros; cada día con las manos llenas de cosas para dar, aunque no sea más que una sonrisa, porque aun así podemos iluminar los ojos grises de alguien. En definitiva, que nos encuentre cada día siendo mejores personas, pero no mejores que los demás porque no es una competencia, sino siendo mejores de lo que eramos el día anterior.
Quisiera no extenderme demasiado. Para empezar, es un lindo momento para agradecerte tu compañía, sea esta tu primera visita o si ya abrazaste flores de este jardín junto a tu pecho. Porque si riego y acicalo este jardín es para vos, estimado visitante o querida invitada, que con tu presencia le das sentido a todo esto.
Por otra parte, en estos días recordé unas palabras de Rabindranath Tagore: "Cada niño que viene al mundo nos dice: "Dios aún espera del hombre" . Sin pretender abordar las connotaciones religiosas de la fecha, quizás también sea una buena instancia para pensar que nunca es tarde para empezar o para cambiar, para torcer, para mejorar. En el umbral de un nuevo año, deseo de corazón que su curso nos encuentre cada día viviendo más y existiendo menos; cada día soñando más, porque de esa manera dejamos un camino de miguitas para los milagros; cada día con las manos llenas de cosas para dar, aunque no sea más que una sonrisa, porque aun así podemos iluminar los ojos grises de alguien. En definitiva, que nos encuentre cada día siendo mejores personas, pero no mejores que los demás porque no es una competencia, sino siendo mejores de lo que eramos el día anterior.
Nuestro regalito para esta Navidad es un cuento mágico de Oscar Wilde. Clickeá para abrir tu paquetito.
¡Feliz Navidad!
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