
Es en los prolegómenos de la Navidad cuando se cumplen las promesas. Al menos éstas, también neonatas, nacidas hace pocos días.
Aun para los no creyentes, estamos en tiempo de esperanza, de expectativa arrobadora ante un capullito que dulcemente se va abriendo. Cantarines campean los buenos deseos, los augurios brillantes. ¿Qué más decir? Si el significado del día inminente es una vela de llama inconmovible, como espíritu, que nos entibia el pecho. Hay veces que las palabras sobran, y ahora siento que transitamos una de ellas.

Dicho todo esto, sólo me queda desearte un momento feliz, lleno de paz, en compañía de tus seres queridos.
Antes de fin de año volvemos a encontrarnos. ¡Felicidades!
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