domingo, 30 de agosto de 2009

Correr en la oscuridad


Hace un tiempo, y accidentalmente como tantas otras veces (a esta altura, esos "accidentes" me dan que pensar...), supe de Carlos Castaneda.

Acá hemos hablado de escritores que renegaron de la fama, acólitos del enigma, como por ejemplo Salinger. También, de otros que bucearon en sustancias alucinógenas para volver y relatarlo: Baudelaire, de Quincey, Huxley (autores, respectivamente, de obras con títulos tan sugerentes como "Los paraísos artificiales", "Confesiones de un opiómano", y "Las puertas de la percepción").

Castaneda conjuga ambos espectros. Reservado, juguetón, inclasificable, eludió las entrevistas y cuando no se dedicó a desparramar datos controvertidos, intencionadamente apócrifos. Por el otro lado, su obra versa sobre la reprogramación que le practicó Juan Matus, un indio mexicano que conoció en una polvorienta terminal de frontera, quien lo llevó a las profundidades del desierto y del peyote, hongo de célebre, poderoso y pseudomístico efecto.

En aquel artículo (que podés leer pulsando acá), un periodista sigue el rastro de Castaneda por los arenales perdidos de los que emergió con las respuestas, los secretos indecibles y milenarios de la magia india. Una transformación tan profunda y radical que llevaría a uno de sus biógrafos a contar "que una vez, en 1986, fui a dar una conferencia a Santa Bárbara, y resultó que ahí conocí a unos maestros con quienes agarré una empatía inmediata y me invitaron a cenar. Primero me llevaron a un restaurante y luego a tomar la copa a la casa de uno, allí no se podía y entonces nos fuimos a la casa de otro, y a los diez minutos de entrar sonó el teléfono para mí. Atendí, extrañado, y del otro lado estaba Castaneda. Me asusté muchísimo y le pregunté cómo podía saber que yo estaba allí. "Bueno, es uno de mis chistes", contestó".

Mago, nahual blanco para muchos; impostor y farsante para otros tantos. Quizás pensando en estos últimos, aquel biógrafo dijo: "Una vez me tocó verlo semidesnudo, estaba en un hotel y nos recibió al cineasta Jorge Fons y a mí. Por primera vez lo veía sin camisa, y tenía una corpulencia... ¡De fisicoculturista, tipo Schwarzenegger! Y era evidente que éste no iba al gimnasio, así que le pregunté, "¿puta, pero cómo puedes estar tan mamado, mano?" Y me contestó "pues por la pinche vida que me hace hacer don Juan". "Y eso no es nada", siguió, y se subió el pantalón y me mostró un músculo muy raro que le salía en los tobillos, una bola dura que según él sólo aparece cuando se ejercita lo que él llamaba "el paso de poder", o el "correr en la oscuridad". Entonces, si él inventaba todas estas cosas, era tan meticuloso en su invención que hasta modificaba su propio cuerpo, lo cual ya para un escritor es demasiado sacrificio."

lunes, 24 de agosto de 2009

Maestro


Dos de sus infinitas y memorables frases:


(Sobre "Cien años de soledad"): "Con cincuenta años hubiera alcanzado".

"Dicen que soy un gran escritor. Agradezco esa curiosa opinión, pero no la comparto. El día de mañana, algunos lúcidos la refutarán fácilmente y me tildarán de impostor o chapucero o de ambas cosas a la vez."

sábado, 22 de agosto de 2009

Algo de mí para ti


A la hora de hacer regalos, solía enfrentarme con un dilema. Desde siempre me caractericé por lo raquítico de mi criterio para elegirlos. Hay gente que es original, que sabe gambetear con elegancia y efectividad el desabrido lugar común de las billeteras, y que se descuelga con sorpresas de tremendo efecto: misteriosamente, aciertan con los gustos profundos del agasajado. Y también hay gente, entre los que me incluía, que se empantana sin solución y termina cayéndole al allegado con un presente impersonal: portadocumentos, cinturones, bufandas...

Seguro notaste que conjugué en pasado. No fue accidente: hoy, si bien regalo siempre lo mismo, ya no es lo que era. ¿De qué se trata? Otro beneficio más de la literatura (y van...): ¡regalar libros!

No recuerdo bien el momento exacto en que adopté esta postura, tan inexorable como invariable. Tengo un par de justificaciones: la primera, que es la declamada y la más "filosófica", refiere a mi propia adicción a la literatura; la segunda, práctica y extraoficial, es el ahorro de la indecisión y la búsqueda infructuosa por la demasiada amplitud de opciones y el criterio estrecho; y la tercera, pero no por eso menos importante, merece un aparte.

¿Cuántas utilidades tiene un libro? ¿Te animás a contar? Intentemos, en orden caótico: pasatiempo, reflexión, ejercicio mental, bálsamo terapéutico, flameo de emociones, compañía, masaje a la imaginación, y así podríamos seguir un rato largo. Incluso, una vez escuché otra, más que polémica: agotados todos los recursos, un libro puede servir también para calentar e iluminar, sí, hecho fuego. Por el otro lado, ¿cuántas utilidades tiene una botella de bebida espirituosa?, ¿cuántas un control remoto?, ¿cuántas un encendedor glamoroso? Tal vez más de una, claro, pero entonces reparemos en la diversidad, la profundidad, la vitalidad. La calidad, en definitiva.

¿Siempre, siempre? Sin dudas. Obviamente, intento por todos los medios que el título concuerde con los gustos y preferencias de la persona de marras. Pero las tapas de un libro serán nuestra cárcel. Así que si sos allegado/a, ya estás sobre aviso.

lunes, 17 de agosto de 2009

El santo de la espada



Párrafos del Reglamento del Ejército de los Andes, redactado por su comandante, Teniente General San Martín:


"Todo el que blasfemare el Santo Nombre de Dios, o de su adorable Madre, e insultare la religión, por primera vez sufrirá cuatro horas de mordaza atado a un palo en público por el término de ocho días, y por segunda vez será atravesada su lengua con un hierro ardiente...".


"El que encubriese vagos sufrirá por primera vez tres años de presidio, seis por segunda y tercera, y si auxiliara al delincuente tendrá la pena del reo".


"El falseador de sello o moneda tiene pena de muerte, y el de firma, presidio o muerte según el caso. La misma sufrirá el ladrón que robe más de ocho reales, y el que forzare mujer o la robare".


"El falso acusador o denunciante, el testigo falso y el perjuro en causas criminales será castigado según el caso. El incendiario o quemador de campos, casas, etcétera, será ahorcado".


"El que se embriague tendrá un mes de prisión, por primera vez; por segunda, cien palos; y por tercera, presidio...".



De su pluma aflora la rectitud más inclaudicable, esa de la que fue ejemplo viviente antes, durante y después del rosario de hazañas que barrió a los realistas de medio continente y arrió definitivamente sus banderas para instaurar las que debían flamear (aunque hoy lo hagan algo desteñidas).

Y pensar que hoy le cambiamos su jornada conmemorativa en haras del turismo y el esparcimiento...

domingo, 16 de agosto de 2009

Difícil


"No es fácil decidir ser escritor. Es una decisión arriesgada con la que uno se condena a sí mismo, casi sin remedio, al fracaso y los reveses, pues se trata de una búsqueda que en un momento dado seduce a mucha gente, a pesar de que muy pocos son los que triunfan; es una cuestión de temperamento, quizás, o de perseverancia. Hammett enviaba historias y poemas como mensajes de náufrago en botellas desde la isla desierta de San Francisco. No tenía amigos escritores y nadie con quien hablar de libros. Trabajaba en la mesa de la cocina, laborioso, decidido, obstinado."


(Fragmento de Dashiell Hammett. A Life, de Diane Johnson)

jueves, 13 de agosto de 2009

Mirarte a los ojos...


...que ya se entrecierran. Mañana termina este pequeño ciclo de visitas mías al programa de Daniel Pizarro.

Podés escuchar ese última envío (y las próximas de mis colegas, claro), sin importar el lugar donde estés. ¿Cómo? Sencillito: basta con entrar a www.radiogalas.com y prender los parlantes. Sitio que ya figura entre los Sitios amigos del Jardín, dicho sea de paso.

La cita de mañana es a las 19:00 hs, quizás un poquitín antes. Desde luego que si estás en Cipo también contás con la opción de siempre, la tradicional: el 89.7 de tu dial.

Nuevamente gracias, Daniel, por tu calidez y generosidad.

lunes, 10 de agosto de 2009

Radioactividad


Tal como lo anuncié, esta semana me toca a mí. Desde hoy lunes hasta el viernes, Dios mediante, estaré en el programa "Mirarte a los ojos", que conduce Daniel Pizarro y va por radio Galas (fm 89.7 mhz) de 18:30 a 19:30. Cabe destacar y agradecer la buena onda de Daniel, quien gentilmente nos ha brindado su espacio a los integrantes del Círculo de Escritores del Comahue.

Hablando del CEC... Resurgió la idea de armar un concurso literario juvenil. El proyecto, enmarcado en la Feria del Libro de Cipolletti, está destinado a alumnos de nivel medio y lleva el nombre de quien fuera uno de los mejores escritores que dio nuestra ciudad: Adolfo Turrín. Esto es bastante fresco, pero pronto brindaremos más información.

Bien, dado el actual panorama, calculo que hasta el fin de semana no volveré por acá. Por lo tanto, ¡buena semana!

domingo, 9 de agosto de 2009

Nueve


En mi cielo al crepúsculo eres como una nube
y tu color y forma son como yo los quiero.
Eras mía, eres mía, mujer de labios dulces
y viven en tu vida mis infinitos sueños.

La lámpara de mi alma te sonrosa los pies,
el agrio vino mío es más dulce en tus labios,
oh segadora de mi canción de atardecer,
cómo te sienten mía mis sueños solitarios!

Eres mía, eres mía, voy gritando en la brisa
de la tarde, y el viento arrastra mi voz viuda.
Cazadora del fondo de mis ojos, tu robo
estanca como el agua tu mirada nocturna.

En la red de mi música estás presa, amor mío,
y mis redes de música son anchas como el cielo.
Mi alma nace a la orilla de tus ojos de luto.
En tus ojos de luto comienza el país del sueño.

("En mi cielo al crepúsculo eres como una nube..." , de Rabindranath Tagore)

martes, 4 de agosto de 2009

Juguete rabioso


La poesía me resulta divertida. También difícil, claro, porque no es lo mío. Pero he ahí la clave. Dado que no soy ni siquiera un aprendiz de poeta, puedo jugar con ella, el tonteo sin fines serios. Y ella que es tan sutil, un perfume, frágil como la felicidad plena; y uno que es tan tosco, acostumbrado al martillo y al yunque como todo aprendiz de narrador que se precie.

Pero entre bella y bestia a veces hay onda, o al menos un intento. La próxima te cuento de dónde salió este "poema":


No te vayas
porque me pierdo.
Seré un eco que
se disuelve,
rocío cuya muerte
es un recuerdo
brillante al mediodía.

No te vayas.
La tarde será un suplicio gris,
sabor de intemperie,
calendario que se
arrastra de rodillas,
una piedad que
nunca
llegará.

Morirá la tarde,
roja su agonía
que gotea por la
ventana,
roja mi cara contra
el vidrio,
negra la mirada
color de ausencia.

Ascenderá la reina glacial,
de gala blanca y
vanidosa, implacable
como una despechada.
Y sonreirá,
dulce y cruel,
espejo de tu boca
ya inalcanzable.

domingo, 2 de agosto de 2009

Puertas cerradas, ventanas abiertas


Un mezcladito. Primero lo concreto e inmediato: para fines de mes o principios del próximo estamos armando un evento poético-musical, Círculo de Escritores del Comahue y músicos invitados. Por el lado de la radio Galas, hubo un cambio de planes y ahora estaré la próxima semana, del 10 al 14 de agosto, Dios mediante.

En lo que respecta a las divagaciones... Hace un tiempo que suelo pensar en la mutación de las valoraciones artísticas. No me refiero a evolución: no es avance, creo; apenas se trata de un cambio, no sé si para bien o para mal.

En otros tiempos, la vara pasaba por el talento en su estado químico más puro. Para cantar, para pintar, para escribir, todo requería virtuosismo. Los músicos y cantantes de entonces generalmente sobresalían por la magia de sus voces o de sus dedos sobre teclas y cuerdas. Los pintores, por retratos que se pueden confundir con una foto. Los escritores, por esa maestría forjadora de las obras inmortales que se leerán hasta el fin de los tiempos.
Hoy día los criterios son otros. Sigue habiendo talentosos, claro, aunque en una peligrosa convivencia con aventureros, mercenarios, pompas de jabón, alucinados, temerarios y otras subespecies. Campea como verdad aquel título de disco:"Cualquiera puede cantar". El arte abstracto y algunas otras deformaciones han llevado a que, por ejemplo, se vea en un museo de indiscutido primer nivel un lienzo blanco... con dos círculos negros...sí, es tal cual y no me lo contaron, será por eso que pasaron diez años y aún me dura la estupefacción. Por el lado de la literatura...bien, gracias. Que hoy los editores sean empresarios debe tener alguna relación con fiascos y bodrios varios, eso sí, impecablemente publicitados.

¿Será bueno? ¿será malo? Me late que tiene más de lo segundo, desde que el arte ahora sirve a otros amos, tan distintos de sus naturales. También es cierto que no somos meras víctimas, sino que nuestro papel complementario de consumidores también inclina balanzas.

Es lo que nos toca. Dicho lo cual, es hora de pasar a lo bueno. Otro escritor, que por poco desconocía merced a mi conmovedora ignorancia, pero cuyo apodo siempre se pronuncia con respeto: Saki. Hector Hugh Munro, de él se trata. Birmano de nacimiento, inglés por imperialismo, apodado así por cierto y extraño mono que surge de un libro suyo. Murió joven y peleando en la Primera Guerra Mundial, aunque le alcanzó para inmortalizarse como un maestro de la narrativa.

Casualmente (causalmente), descubrí un cuento suyo por estos días, cuando merodea muy próximo otro aniversario de Saint-Exupery, Piloto de guerra como el título de uno de sus libros, desaparecido en acción en 1944, cuando cayó al mar tras ser derribado por un esbirro de la Luftwaffe.

El cuento al que me refería es éste. Espero sea de tu agrado.